Sábado, Septiembre 27, 2025

La Revista Especializada en Viajes Corporativos

Publicidad

Los habitantes de Barcelona ya estaban indignados por el exceso de turismo en la ciudad española. Ahora cuestionan la decisión de la ciudad de acoger la America's Cup en plena temporada alta de turismo. 

Las Ramblas, Barcelona
Las Ramblas, Barcelona

Recientemente, Barcelona ha experimentado un aumento significativo en el turismo, lo que ha generado una reacción negativa entre sus residentes. El fenómeno del overtourism ha llevado a cientos de manifestantes a expresar su descontento con pancartas y consignas enviando a los turistas de vuelta a casa.

El fin de semana dejó una estampa peculiar en Barcelona, una que sirve de termómetro del hartazgo con el que parte de sus vecinos viven el éxito turístico de la ciudad. El sábado 6 de julio, miles de personas —2.800 según la Guàrdia Urbana, cifra que los organizadores elevan a 15.000— participaron en la marcha para denunciar que la masificación impacta de manera negativa en los vecinos de la ciudad al elevar los precios de la vivienda y provocar la pérdida de la identidad local.

"¡Basta! Límites al turismo". Es uno de los lemas con el que miles de personas salieron a las calles de Barcelona para mostrar su rechazo a la masificación turística y sus efectos para los vecinos. Los manifestantes se concentraron en las Ramblas y avanzaron hacia la Barceloneta, dos de los puntos más frecuentados por turistas. Durante su marcha mostraron lonas y carteles con lemas como "Vecinos en peligro de extinción", "Barcelona no está en venta" o "Tourists go home".

Más de 140 entidades de la ciudad, entre ellas asociaciones vecinales, ecologistas, movimientos en defensa de la vivienda y sindicatos, convocaron la marcha para reclamar un cambio de rumbo en el modelo turístico de la ciudad, que tiene cerca de 1,6 millones de habitantes y que el año pasado recibió cerca de doce millones de turistas según datos del Ayuntamiento

Imagen: Internet                             Imagen:Internet

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha anunciado que a partir de noviembre de 2028 no habrá pisos turísticos en la ciudad, donde se estima que existen unos 10.000 aunque se teme que haya muchos más ilegales, en la línea de otras ciudades europeas como París y Londres o americanas como Nueva York que han tomado medidas para limitar este tipo de alojamientos. 

"Se hace necesario parar y revertir realmente el proceso de turistización: acabar de una vez por todas con las injerencias del sector turístico en las políticas públicas, así como con la convivencia o la colaboración interesada de la administración", sostiene el manifiesto.

Además del problema de la vivienda, los convocantes alertaron que el modelo productivo basado en el turismo también daña el medio ambiente, al generar más contaminación, y empeora la emergencia climática.

Ante esta situación, demandaron un "plan de decrecimiento turístico" que reduzca el peso económico de esta actividad en la ciudad, acompañado de otro de diversificación de la economía.

La manifestación del sábado ha sido noticia por sus imágenes, pero los sentimientos que el turismo deja en parte de la población barcelonesa no son ninguna novedad. No es la primera vez que medios internacionales se hacen eco de la "turismofobia" en Barcelona y hace solo unos meses el Ayuntamiento divulgó una encuesta que deja dos datos para la reflexión: primero, que el 61,5% de los barceloneses creen que la ciudad ha llegado al tope de su capacidad para atraer turistas; segundo, que un 23% lo consideran una actividad perjudicial.

Prueba de la división de opiniones y la complejidad del debate es que el restante 70,9% lo juzga beneficioso para la localidad y un amplio 56% asume que es una fuente de ingresos esencial, muy por delante de sectores como el comercio.

Barcelona ocupa el noveno lugar en el ranking mundial de destinos turísticos según el informe de Euromonitor International para 2023. Este ranking evalúa diversas métricas como el rendimiento turístico, la infraestructura, las políticas turísticas, la salud y seguridad, y la sostenibilidad​.

Barcelona sigue siendo un destino popular debido a su rica arquitectura, cultura vibrante y atractivos turísticos emblemáticos como la Sagrada Familia y el Parque Güel. A pesar de estos atractivos, la ciudad enfrenta desafíos relacionados con el exceso de turismo.

Compartir este contenido

Escribir un comentario

Antes de enviar el comentario, usted acepta que: a. Tiene la plena responsabilidad por el comentario que envíe. b. Utiliza esta función solo para propósitos legales. c.No publicar comentarios difamatorios, abusivos, ofensivos, racistas, sexistas, amenazantes, vulgares, obscenos, de odio o de otro modo inapropiados, ni publicar comentarios que constituirán un delito o darán lugar a responsabilidad civil. d. No publicar o poner a disposición ningún material que esté protegido por derechos de autor, marca comercial u otro derecho de propiedad sin el permiso expreso del propietario de los derechos de autor, marca comercial o cualquier otro derecho de propiedad. e. Se evaluará la precisión de cualquier opinión, consejo u otro contenido.

Enviar
Publicidad

Newsletters

La suscripción al boletín está sujeta a nuestra Política de Privacidad
Publicidad

También te podría interesar...