"En qué momento dejamos de mirarnos?"

Érase una vez, en algún punto de este majestuoso planeta, un grupo de seres, denominados: “seres humanos”, los cuales se diferenciaban de otros animales, gracias a su modelo de inteligencia y autoconciencia.

Ellos habitaban pacíficamente en pequeñas comunidades, y poco a poco, fueron extendiendo sus estacas y ensanchando su territorio, hasta llegar a conformar, uno de los países con mayor crecimiento y abundancia.

Este país, cautivaba por el imponente resplandor que posaba sobre él de forma continua, al grado de ser una luz resplandeciente, que alumbraba el camino del resto de las naciones.

Sus habitantes, lucían siempre plenos, seguros, y todos lograban materializar sus sueños y metas.

¡Se respiraba en él, un gran sentido de equipo, de unidad e identidad!

Un día, entrevistaron al líder de éste selecto país, y le formularon la siguiente pregunta: “¿cuál es el secreto de tan sorprendente milagro?”, el líder, de forma amable y puntual, respondió sonriendo, y le contestó al entrevistador:

“la respuesta, es muy simple”: “Nunca dejamos de mirarnos entre nosotros”

Me permití comenzar con esta breve historia, para profundizar en un tema, que cada vez he observado es más frecuente y común, y que personalmente, considero, puede llegar a ser tan peligroso como cualquier armamento; puede dividir o destruir, sin necesidad de ser accionado.

Me estoy refiriendo a esa arma de destrucción silenciosa, llamada, indiferencia.

La definición de indiferencia es: una actitud del que no siente inclinación o rechazo, respecto de una persona, cosa, o situación determinada.

Ser indiferente, nos habla de alguien que puede pasar de largo, así sin voltear a ver realmente, lo que está ocurriendo a su alrededor; o en un caso más extremo que, a pesar de verlo, y tomar conciencia de lo que está ocurriendo, decida no hacer nada al respecto, fingir quizás, que no lo ha visto o nada sucede, y seguir su camino sin detenerse.

La indiferencia, niega toda forma de existencia del amor, la bondad, de la empatía y la solidaridad.

Se puede ser indiferente a muchas cosas, frente al que tiene hambre, o ha sido rechazado, humillado o violentado.

Frente a la injusticia, frente al dolor, pero también frente al éxito de los demás o frente a las victorias de la vida.

Y de pronto, reflexiono, ¿qué es lo que tendría que pasar para poder mirarnos de nuevo, para mirarnos de cerca?  

Entonces viene a mi mente, que lo que tú y yo estamos viviendo en este momento, este fenómeno llamado “pandemia”, es uno de los mejores escenarios para dejar toda forma de indiferencia, de egoísmo, de ver solamente por lo mío.

Es el mejor tiempo para saber lo que hay dentro de mí y lo que estoy dispuesto a hacer o a dar, y es que, aunque hemos aprendido el valor de muchas cosas, de personas y situaciones, con esta experiencia, si volteamos alrededor nuestro, todos hemos perdido algo de alguna u otra manera.

Me parece, que nunca fue tan necesaria la presencia de la empatía y la bondad, como lo es hoy.

Y de nuevo regresa a mí, esa pregunta, ¿qué necesita ocurrir para que haya un cambio y entonces, podamos ayudarnos entre nosotros a construir puentes en vez de muros?

¿Cómo llegamos al punto en el que nuestras diferencias, fueron causa de división, de separación, en lugar de permitir que precisamente a partir de ellas, nuestro núcleo, nuestra familia, una organización y todo un gobierno, se fortaleciera y enriqueciera?

¡Para eso es que fuimos creados de diferente manera, para entre todos lograr el ensamble perfecto!

Cada uno somos, como esas piezas únicas dentro del gran rompecabezas, todos con formas tan distintas, unas colocadas en la parte de arriba, otras abajo o en medio; en diferentes colores y tamaños, cada quién con sus historias y sus cicatrices, con sus luchas diarias, con sus éxitos y fracasos.

Tan diferentes, tan imperfectos, y al mismo tiempo, todos, ¡tan absolutamente necesarios para completar la imagen!

Hoy, me gustaría invitarte a que puedas de nuevo mirar de cerca, mirar bien, a tu familia, a tus hijos, a tus papás, a los abuelos, a la pareja que escogiste. ¡Sí, justo ahora, en este tiempo de pandemia!

Mira, si tú y yo seguimos aquí, ¡un gran propósito debe estar detrás de todo esto, porque no hay casualidades!

¡¡Estamos vivos!!

¡Mira bien a tu alrededor!  Mira a detalle a tus vecinos, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo, a tus colaboradores, a tus jefes; no tengas miedo de sonreírles de vez en cuando, de animarlos, de ayudarlos. Ganan ellos, ganas tú, ¡todos ganan!

¡Atrévete, es un gran reto! Toma la iniciativa si es necesario.

¡La unidad tiene un tremendo poder! ¡Es inquebrantable! ¡Es imparable!

Soy una soñadora incansable, amante de los principios y valores, y el crear contenido con estos ingredientes, es lo que hace latir mi corazón y le da sentido a mi vida.

Si tan sólo pudieran estas líneas, que Dios pone en mi corazón, tocar una fibra de tu ser, ¡mi misión estaría completa!

¡Me encantaría poder tener mis ojos abiertos, siempre!

En tanto, no me pasen lista allá arriba, así quiero mantenerlos.

Deseo absorber todos los detalles y disfrutar el enorme regalo de mirar mucho más allá de lo que se ve con los ojos físicos. 

¡Quiero mirar con el alma, con la mente y con el corazón!

Mirar al de al lado, mirar al de enfrente, y aún más importante: ¡Mirarte a ti!

Disfruta el camino y ¡mantén tus ojos siempre abiertos! ¡Aún estás a tiempo!


Elly Trejo es licenciada en Administración de Empresas Turísticas, egresada de la Universidad del Valle de México, Campus Tlalpan.
Cuenta con más de dieciocho años de experiencia laboral en el área de servicio y administrativas.
Ha colaborado en empresas del giro turístico y hospitalidad, empresas del ramo financiero, y más recientemente, en bufete de abogados.
Desde hace un par de años, después de estudiar una mentoría en Comunicación Eficaz, y de atravesar una experiencia personal que la hizo forjar carácter, comenzó un proyecto dirigido a mujeres, llamado AUTHENTIQUE, con la finalidad de compartir experiencias de vida que permitan ayudarlas a encontrar su identidad, su propósito de vida y a tener plenitud en todas las áreas.
Se especializa en crear contenido enfocado en tres áreas principales:  Autoestima/Identidad, Desarrollo/Crecimiento y Transformación /Cambios, todo con la finalidad de aportar valor, que permita que las personas logren transformar su vida, crecer y tener una vida más satisfactoria y plena.