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Por: Luis Felipe Hernández Beltrán
Dicen que la cultura China, aparte de milenaria, es mística, cuyos simbolismos de los distintos componentes chinos, tienen mensajes a veces difíciles de descifrar.
Quizá toda esa carga mística, vivida recientemente en la Embajada de China en México en la comida de despedida del embajador Xiaoqi Qiu y su esposa, Ryu Min, traía consigo vibras extrañas o mensajes subliminales poco común.
Simón Levy Dabbah, entonces subsecretario de Planeación y Política Turística de la Secretaría de Turismo federal, era uno de los más contentos en el convite, sin perder la sonrisa que se mezclaba en sus característicos rasgos israelitas, aceptó cuanta foto le propusieron tanto medios de comunicación como los invitados especiales y dio tiempo para hablar de cualquier tema con quien se lo solicitaba.
Quizá, sin nadie saberlo, más que él, fue también su propia comida de despedida pues un día después sorprendió su renuncia, de la cual nunca se supo el motivo, pero que en su cuenta de Twitter puso que era de carácter irrevocable, así como respaldarle su lealtad al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y al secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués.
Claro… ¿que son los cinco años y nueve meses que el embajador Qiu y su cónyuge duraron en su misión diplomática por nuestro país, a los cuatro meses y 11 días en su puesto del quien también fuera director general de la Agencia de Promoción de Inversiones y Desarrollo de la Ciudad de México, en el sexenio del entonces jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa?
Qiu, en su ameno discurso de más de media hora, resaltó los lazos México-China en materia de comercio, cultura y economía, todos logrados durante su trabajo diplomático.
Pero no pudo dejar atrás la “misión cumplida”, como el mismo la llamó, en los rubros de turismo y conectividad: “Hace cinco años solo existía el vuelo directo de Aeroméxico entre la Ciudad de México y Shangai; y hoy en día ya tenemos tres vuelos directos: Beiging y la CDMX, Guangzhou-México, y Shangai-México; una cobertura muy completa y estratégica para que en el futuro más y más turistas chinos vengan a México; yo creo que eso es motivo de mucha alegría para el señor secretario de Turismo”.
Y si, Torruco, quien estuvo acompañado por su esposa, Gloria Garza, no paró de reír ante la ocurrencia del emisario chino; misma sonrisa que el titular de la política turística de México mantuvo durante el resto de la recepción: la foto con el embajador saliente, el formarse para servirse la comida, la plática con otros invitados mientras se disfrutaba de comer los sagrados alimentos y hasta el momento de despedirse del anfitrión y el resto de los invitados. ¿Habrá conservado esa actitud un día después, al enterarse de la renuncia de su subordinado?
Lo que fue cierto, es que algo mágico y curioso tuvo la Embajada de China en aquella convivencia del “doble” adiós: el embajador Qiu y su esposa, no se podían ir solos…
Y bajo esa misma ideología de misticismo chino, recibí al término de esta comilona, la invitación de mi querida Claudia Barajas Martínez para subirme al barco, o quizás avión o hasta vehículo terrestre y compartir con ella y sus lectores, este viaje duracional del que espero sea infinito, llamado Business Travel Magazine, mismo que acepto bajo el precepto de que “el viaje podrá ser muy loco, pero para llevarlo a cabo, el viajero deberá de estar cuerdo”. ¿Me pregunto si Simón Levy Dabbah y Claudia estaban cuerdos también para sus respectivas decisiones? Espero no se hayan equivocado…
VIAJE OPCIONAL SIN COSTO ALGUNO
Si bien es cierto, una vez aceptada la renuncia de Simón Levy Dabbah, AMLO de inmediato nombró a Alejandro Aguilera Gómez como nuevo subsecretario de Planeación y Política Turística; y de inmediato, Torruco Marqués le tomó protesta.
Esperando que quien fuera director general de Integración y Áreas de la Secretaría de Turismo haga un buen trabajo en su nuevo cargo; no estaba por demás que el presidente hubiera volteado a Hollywood, pues gracias a las películas en las que se han inspirado en la cultura mexicana o bien, nuestro país ha sido escenario para algunas escenas, miles de paseantes extranjeros, han elegido México para realizar sus travesías y hacer turismo.
Ya lo dijo el embajador Qiu en otra parte de su perorata de su mismo evento de despedida, cuando habló sobre el éxito que la película animada “Coco” tuvo en su país, lo que originó que miles de turistas chinos vinieran a conocer Guanajuato. Lo mismo “007 Spectre” que no solo el mundo volteó a México, sino que hasta gracias a ese largometraje, se generó el Desfile del Día de Muertos, atrayendo a millones de turistas nacionales y extranjeros que vienen a disfrutar, principalmente, de las fiestas novembrinas.
Y así, podemos hacer una larga lista de filmes hollywoodenses promotores del turismo en México, como “La Noche de la Iguana”, donde la belleza de Puerto Vallarta superó el romance que traspasó las pantallas de Richard Burton y Liz Taylor; o “Diez la mujer perfecta” donde se mezclaron las beldades de Bo Dereck y la playa de Manzanillo.
En fin, Hollywood y Estados Unidos: ¡hay les encargamos el changarro!
